Un gran bol de helado de vainilla.Image Credit:Lisovskaya/iStock/Getty Images
Para cualquiera que haya crecido leyendo la literatura de siglos anteriores, la gota tiene un aire anticuado, como la tisis o «la grippe». Por desgracia, esta dolorosa y debilitante forma de artritis sigue estando entre nosotros. Tradicionalmente, la gota se ha asociado a los alimentos ricos, y muchos alimentos grasos, como los helados, pueden desencadenar ataques.
Acerca de la gota
Factores dietéticos desencadenantes
Es posible tener altos niveles de ácido úrico en la sangre sin sufrir un ataque de gota. Sin embargo, se sabe que hay muchos factores dietéticos que agravan la gota o desencadenan ataques. El consumo de alcohol es un factor conocido: la cerveza y los licores son especialmente problemáticos. También lo son los alimentos que aportan ácido úrico al torrente sanguíneo, por ejemplo, las anchoas, las vísceras, la langosta, la caballa y las vieiras. También deben evitarse los alimentos ricos en grasas, ya que pueden desencadenar ataques. Este último grupo incluye la mayoría de los postres dulces, incluido el helado.
Helados y gota
El helado rara vez se elabora con desencadenantes directos de la gota como la langosta o las anchoas, pero su contenido en grasa es preocupante. El helado contiene un gran porcentaje de grasa procedente de la nata y los huevos; las marcas de calidad superior suelen tener más grasa que las marcas corrientes. Muchos ingredientes comunes de los helados, como el chocolate, la salsa de caramelo, el queso crema y los frutos secos, contribuyen al nivel de grasa. Si come helado de postre después de una comida copiosa o que contenga otros desencadenantes de la gota, puede estar preparándose para un doloroso ataque de gota.
Alternativas
Incluso si el helado es su mayor debilidad dietética, todavía tiene opciones alternativas. Una de ellas es reducir el tamaño de la porción o comer helado sólo los días en que el consumo de grasas sea bajo. La leche helada y el helado bajo en grasa son opciones alternativas y proporcionan la mayor parte del mismo sabor pero con menores cantidades de grasa. También puede optar por el yogur helado, que suele ser más ligero que el helado. Ten en cuenta que puede haber grandes variaciones en el valor nutricional y el contenido de grasa de una marca a otra, así que sé diligente a la hora de leer las etiquetas y elegir las marcas con menos grasa.