Con su textura crujiente y jugosa y su contenido rico en nutrientes, la jícama tiene muchos beneficios para la salud.Image Credit:ThitareeSarmkasat/iStock/GettyImages
Con su textura crujiente y jugosa y su contenido rico en nutrientes, la jícama tiene muchos beneficios para la salud. Pero hay algunos efectos secundarios potenciales que debe conocer cuando se trata de la preparación de esta verdura tropical y de qué porción es seguro comer.
Acerca de la verdura jícama
La verdura jícama, también conocida como singkamas o judía de mermelada, que ve en los mercados se cultiva probablemente en México, según la Universidad de California. La parte aérea de la planta es una vigorosa enredadera que se extiende y puede alcanzar varios metros de diámetro y producir flores azules o blancas y vainas similares a las habas.
Bajo tierra, la raíz amilácea de la jícama, con forma de globo y de color marrón dorado, tiene aproximadamente el tamaño de un nabo. Tiene una pulpa de color blanco que se suele comer cruda. La jícama fresca tiene un sabor muy parecido al de las manzanas: ligero, crujiente y dulce, según el USDA.
La jícama puede cortarse en dados, rodajas o tiras para utilizarla en ensaladas, con salsas o como guarnición, a menudo rociada con zumo de lima o limón y una pizca de chile en polvo. La jícama también se puede hervir y absorbe el sabor de los alimentos con los que se cocina.
Contenido nutricional de la jícama
La jícama tiene menos calorías que las patatas blancas. Una taza de jícama cruda, cortada en rodajas, contiene sólo 46 calorías, según el USDA. Sin grasa ni colesterol, la jícama puede encajar perfectamente en su programa de pérdida de peso.
La mayor parte de las calorías de la jícama proceden de su contenido en carbohidratos, con 10,6 gramos en cada taza de esta verdura cruda. Su cuerpo necesita carbohidratos para obtener la energía necesaria para alimentar los músculos, el cerebro, el corazón y el sistema nervioso.
Aunque la jícama no es una fuente especialmente buena de proteínas, ya que sólo aporta 0,9 gramos por taza, el tubérculo proporciona una gran variedad de minerales. Según el USDA, algunos de los nutrientes clave de la jícama son:
- 6 por ciento DV para el cobre
- 4 por ciento DV para el hierro y el potasio
- 3 por ciento VD de magnesio y manganeso
- 2 por ciento DV para el fósforo y el zinc
Una taza de jícama cruda cortada en rodajas también aporta abundantes vitaminas, especialmente vitamina C. Según el USDA, algunas de ellas son:
- 27 por ciento DV para la vitamina C
- 4 por ciento DV para el folato y la vitamina E
- 3 por ciento DV para la colina
Además, la jícama también contiene muchas de las vitaminas del grupo B, como tiamina, riboflavina, niacina, ácido pantoténico y vitamina B6.
Efectos secundarios de la fibra
La jícama tiene un alto contenido de fibra, que puede beneficiar la salud de su sistema digestivo normalizando la función intestinal y previniendo el estreñimiento. Sin embargo, demasiada fibra en su dieta puede interferir en la absorción de minerales como el calcio, el hierro, el zinc y el magnesio, aconseja MedlinePlus.
Las Guías Alimentarias han establecido las cantidades diarias recomendadas de fibra que necesita para gozar de una salud óptima. Dependiendo de la edad y el sexo, la cantidad necesaria para las mujeres adultas es de entre 22,4 y 28, y para los hombres adultos es de 30,8 a 33,6 gramos de fibra. Una taza de jícama fresca contiene 5,9 gramos, o el 24 por ciento de su valor diario, en una dieta de 2.000 calorías al día.
Comer una ración de jícama junto con otros alimentos ricos en fibra puede provocar algunos trastornos digestivos. Una gran cantidad de fibra consumida en poco tiempo puede provocar gases intestinales, calambres abdominales e hinchazón, según MedlinePlus.
Para ayudar a reducir los gases o la diarrea, intente añadir fibra a su dieta lentamente. Aumente gradualmente su ingesta a lo largo de varios días. Cocer la jícama ligeramente al vapor para ablandar la fibra dietética puede hacer que la fibra sea más fácil de digerir. Una vez que las bacterias naturales de su sistema digestivo se acostumbren al aumento de fibra, estos síntomas se resolverán.
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Efecto tóxico de la jícama
Sólo la parte carnosa de la raíz de la planta de jícama es segura para comer. Las semillas y los tallos de la planta contienen un compuesto natural de isoflavona, llamado rotenona. La rotenona tiene propiedades insecticidas de amplio espectro que protegen a la planta de los depredadores, según el informe de un estudio de Toxins, publicado en marzo de 2017.
Aunque ofrece protección al vegetal, la rotenona es tóxica para los seres humanos, los peces y los insectos. La rotenona puede atravesar la barrera hematoencefálica y las membranas celulares y formar radicales libres, que pueden dañar el ADN, los ácidos grasos y otros componentes de la mitocondria.
Las vainas de las semillas de la jícama pueden comerse a menudo cuando son jóvenes, pero las vainas maduras son tóxicas, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Debido a su alto contenido en rotenona, en una época las semillas maduras de la planta de jícama se cultivaban comercialmente como fuente de insecticida. Para estar seguro, coma sólo el tubérculo, y asegúrese de pelar la gruesa y fibrosa piel exterior.