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    ¿Los suplementos de hierro pueden hacerle ganar peso?

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    Existen escasas investigaciones científicas que respalden las afirmaciones de que el aumento de peso está relacionado con los suplementos de hierro.Image Credit:stockvisual/E+/GettyImages

    La carencia de hierro, el nutriente más común en Estados Unidos, suele darse en las mujeres debido a la menstruación y la maternidad. Los síntomas de la carencia de hierro incluyen fatiga, piernas inquietas, piel pálida, uñas quebradizas, lengua inflamada o dolorida, manos y pies fríos y dolores de cabeza y mareos. Aunque no es muy frecuente, el aumento de peso puede ser un efecto secundario de los suplementos de hierro en algunas personas. Sin embargo, es más probable que sea la propia carencia de hierro la causante de su aumento de peso.

    Píldoras de hierro y aumento de peso

    Ni WebMD ni la Clínica Mayo relacionan las pastillas de hierro y el aumento de peso. Ni siquiera figura como un efecto secundario poco frecuente. Sin embargo, existen informes anecdóticos de mujeres que afirman que sus suplementos de hierro les han provocado un aumento de peso. Pero apenas hay investigaciones científicas que respalden estas afirmaciones.

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    Un pequeño estudio publicado en el Egyptian Journal of Haematology en 2016 informó de que existe una conexión común entre las pastillas de hierro y el aumento de peso. Treinta y tres pacientes fueron observados durante tres meses, tiempo durante el cual 30 pacientes ganaron peso. En los tres que no ganaron peso, no se observó ningún aumento de la hemoglobina, la proteína rica en hierro que transporta el oxígeno en la sangre. El resto de los pacientes ganaron peso, y la cantidad de peso ganada se asoció con el nivel de aumento de la hemoglobina.

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    Efectos secundarios de la carencia de hierro

    Es más probable que el aumento de peso sea un efecto secundario de la propia carencia de hierro que del suplemento utilizado para tratarla. Se necesita una cantidad suficiente de hierro para activar las hormonas tiroideas que intervienen en el metabolismo. Unos niveles bajos de hormona tiroidea debidos a la carencia de hierro -o a otra razón- pueden provocar un aumento de peso persistente que puede persistir hasta que sus niveles sanguíneos vuelvan a la normalidad.

    Algunos de los efectos secundarios de la carencia de hierro también podrían dificultarle el mantenimiento de su peso. La fatiga, la debilidad y el mareo pueden dificultar el ejercicio, que es un componente crucial para controlar su peso. También puede dificultar la preparación de comidas sanas y evitar los antojos de comida, ya que la fatiga aumenta los antojos, según el Dr. Will Cole, médico especialista en medicina funcional de Pittsburgh. Si notó un aumento de peso antes de empezar a tomar suplementos y sigue ganando peso, observe sus síntomas. Si sigue sintiendo fatiga y debilidad, es posible que sus niveles de hierro en sangre aún no sean lo suficientemente altos.

    Controlar los efectos secundarios

    Si cree que sus suplementos de hierro son la causa de su aumento de peso, concierte una cita con su médico. Él puede ayudarle a descubrir y resolver la causa real de su aumento de peso.

    A medida que sus niveles sanguíneos vayan volviendo a la normalidad, empezará a sentirse mejor. Es posible que tenga más energía para hacer ejercicio y preparar alimentos saludables en cada comida. Junto con el tratamiento de una posible causa subyacente de su aumento de peso, una dieta sana con control de calorías y ejercicio regular es la mejor manera de prevenir el aumento de peso y perder peso.

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    Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan hacer al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada a la semana, como caminar a paso ligero, correr o nadar. Los CDC también recomiendan realizar actividades de entrenamiento de fuerza dos días a la semana para desarrollar músculo, lo que le ayudará a quemar grasa corporal. Limite su dieta principalmente a alimentos integrales, como frutas y verduras frescas, proteínas magras, cereales integrales, lácteos bajos en grasa, aceites saludables -como el aceite de oliva- y frutos secos y semillas. Estos alimentos ricos en nutrientes pueden ayudarle a perder peso y a mantener controlados sus niveles de vitaminas y minerales.

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