Puede haber una conexión entre la pérdida de peso y el picor de piel.Image Credit:Tharakorn/iStock/GettyImages
Te has esforzado mucho y has perdido peso, pero ahora te pica mucho la piel, y es bastante molesto. ¿Podría haber una relación entre la pérdida de peso y el picor de piel? Sí, es muy posible, dice la Dra. Tanya Nino, dermatóloga del Hospital St. Joseph de Orange County, California.
¿Cuál es la relación?
Por ejemplo, si usted comió una dieta baja en grasas para bajar de peso, la falta de grasa puede contribuir a la piel seca, que puede picar, dice. Además, al comer para adelgazar, es posible que te hayas saltado algunos nutrientes importantes que tu piel necesita para mantenerse sana, añade.
¿Hizo mucho ejercicio para adelgazar? Algunos ejercicios, como montar en bicicleta o correr, pueden hacer que la piel roce consigo misma, con la ropa o con otros objetos. «Dependiendo de cuánto y qué ejercicio estés haciendo para perder peso, el picor también puede estar relacionado con la irritación por fricción», dice el Dr. Nino. El término médico para una erupción cutánea roja y con picor causada por la fricción piel con piel es intertrigo, dice la Clínica Mayo.
Por último, el Dr. Nino dice que hacer ejercicio y sudar mucho en sus esfuerzos por perder peso puede causar infecciones fúngicas o bacterianas que pueden causar picazón en la piel. Si esto sucede, es posible que necesites ver a un médico que pueda recetarte medicamentos para curar tu piel, dice la Clínica Mayo.
Comer para tener una piel sana
Cuando se intenta perder peso, conviene limitar la grasa en la dieta, ya que ésta contiene el doble de calorías por gramo que los hidratos de carbono y las proteínas, según la Clínica Cleveland. Sin embargo, no conviene eliminar por completo las grasas de la dieta, según los Institutos Nacionales de la Salud. Una buena guía sería limitar la ingesta de grasas saturadas a un 10 por ciento de las calorías diarias, según la Clínica Mayo.
Las mejores grasas son las insaturadas, que suelen ser líquidas a temperatura ambiente. Algunos ejemplos son el aceite de canola, el de girasol, el de cacahuete y el de oliva.
También conviene incluir en la dieta algunos ácidos grasos omega-3. Los omega-3 se encuentran en pescados grasos como el salmón, la caballa, la trucha, el arenque y el atún. Las fuentes vegetales incluyen la linaza molida, aceites como el de canola, linaza y soja, y frutos secos y otras semillas, como las nueces, las avellanas y las semillas de chía.
Puede haber una conexión entre la pérdida de peso y el picor de piel.Image Credit:Tharakorn/iStock/GettyImages
Te has esforzado mucho y has perdido peso, pero ahora te pica mucho la piel, y es bastante molesto. ¿Podría haber una relación entre la pérdida de peso y el picor de piel? Sí, es muy posible, dice la Dra. Tanya Nino, dermatóloga del Hospital St. Joseph de Orange County, California.
¿Cuál es la relación?
Por ejemplo, si usted comió una dieta baja en grasas para bajar de peso, la falta de grasa puede contribuir a la piel seca, que puede picar, dice. Además, al comer para adelgazar, es posible que te hayas saltado algunos nutrientes importantes que tu piel necesita para mantenerse sana, añade.
¿Hizo mucho ejercicio para adelgazar? Algunos ejercicios, como montar en bicicleta o correr, pueden hacer que la piel roce consigo misma, con la ropa o con otros objetos. «Dependiendo de cuánto y qué ejercicio estés haciendo para perder peso, el picor también puede estar relacionado con la irritación por fricción», dice el Dr. Nino. El término médico para una erupción cutánea roja y con picor causada por la fricción piel con piel es intertrigo, dice la Clínica Mayo.
- Por último, el Dr. Nino dice que hacer ejercicio y sudar mucho en sus esfuerzos por perder peso puede causar infecciones fúngicas o bacterianas que pueden causar picazón en la piel. Si esto sucede, es posible que necesites ver a un médico que pueda recetarte medicamentos para curar tu piel, dice la Clínica Mayo.
- Comer para tener una piel sana
Cuando se intenta perder peso, conviene limitar la grasa en la dieta, ya que ésta contiene el doble de calorías por gramo que los hidratos de carbono y las proteínas, según la Clínica Cleveland. Sin embargo, no conviene eliminar por completo las grasas de la dieta, según los Institutos Nacionales de la Salud. Una buena guía sería limitar la ingesta de grasas saturadas a un 10 por ciento de las calorías diarias, según la Clínica Mayo.
Las mejores grasas son las insaturadas, que suelen ser líquidas a temperatura ambiente. Algunos ejemplos son el aceite de canola, el de girasol, el de cacahuete y el de oliva.