El ajo casero en aceite puede causar botulismo en determinadas condiciones.Crédito de la imagen:Valeriya Tikhonova/Tetra images/GettyImages
Cada año, casi 50 millones de personas en Estados Unidos comen algo que les hace enfermar, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Los productos frescos son una causa común de intoxicación alimentaria, pero la intoxicación por ajo es más probable que se produzca debido a una mala manipulación en casa.
Ajo para el sabor y la salud
Emparentado con las cebollas, las chalotas y los puerros, el ajo es una hortaliza de raíz que se utiliza tanto con fines culinarios como medicinales. Según la Universidad Estatal de Oregón, los compuestos organoazufrados que se encuentran en esta hortaliza de raíz son los responsables de su sabor y de sus beneficios para la salud.
Picar, picar o aplastar su diente de ajo desencadena la liberación de una enzima que descompone los compuestos organosulfurados que producen su sabor picante y distintivo. Desde el punto de vista nutricional, el ajo no sólo refuerza el sabor de sus alimentos, sino que también aporta nutrientes esenciales que favorecen la salud general, como el calcio, el selenio, la vitamina B6 y la vitamina C. También puede ayudar a reducir su necesidad de potenciadores del sabor menos saludables, como la sal.
En cuanto a sus usos medicinales, se afirma que esta sabrosa hierba reduce el colesterol y la presión arterial, previene el cáncer y trata el resfriado común. Sin embargo, según el Centro Nacional de Medicina Complementaria e Integrativa (NCCIM), las pruebas que avalan los beneficios del ajo para la salud son escasas.
El NCCIM señala que las investigaciones sobre el ajo y el colesterol son contradictorias, y las pruebas de los beneficios del ajo para la presión arterial son débiles. Aunque hay algunas pruebas de que el consumo regular de ajo puede reducir el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer (estómago y colon), no puede decirse lo mismo de los suplementos de ajo. En cuanto al resfriado común, el NCCIM afirma que simplemente no hay pruebas suficientes de que el ajo ofrezca algún beneficio para aliviar sus síntomas o curar la infección vírica.
Prevención de la intoxicación por ajo
Puede que no piense en el ajo como algo malo para su salud, pero la intoxicación alimentaria por ajo es una posibilidad. Sin embargo, la intoxicación por ajo se produce más a menudo por una mala manipulación de esta hortaliza de raíz en casa, según la Extensión de la Universidad Estatal de Michigan.
El aceite con sabor a ajo puede ser un alimento básico en su cocina, pero si prepara el suyo propio en casa puede exponerse al riesgo de botulismo. Las esporas de Clostridium botulinum se encuentran en el suelo y pueden contaminar inadvertidamente su bulbo de ajo. Cuando se exponen al oxígeno, estas esporas son inofensivas.
Sin embargo, las esporas de Clostridium botulinum prosperan en un entorno sin oxígeno a temperaturas de 50 grados Fahrenheit y superiores, advierte la Extensión de la Universidad Estatal de Michigan. Su aceite casero con sabor a ajo almacenado en el armario de su cocina es el entorno perfecto para el crecimiento de esta peligrosa bacteria. Además, las bacterias son inodoras e insípidas, por lo que no hay forma de saberlo hasta después de haber enfermado.
Si hace su propio aceite de ajo, la Extensión de la Universidad Estatal de Michigan le recomienda que guarde el aceite en el frigorífico y lo deseche a los tres días. Si su aceite aromatizado se mantiene a temperatura ambiente durante más de dos horas, debe tirarlo o corre el riesgo de intoxicarse con ajo.
Signos y síntomas del botulismo
La intoxicación por botulismo es muy poco frecuente, según la Clínica Mayo. Existen tres tipos de botulismo: el botulismo alimentario, el botulismo por heridas y el botulismo infantil.
Las conservas caseras y las patatas cocidas en papel de aluminio y dejadas enfriar son fuentes potenciales de botulismo alimentario, junto con su aceite casero infusionado con ajo. El botulismo infantil es el tipo más común de botulismo y se produce cuando se ingieren esporas (de la miel, el polvo o la tierra) y crecen en los intestinos del bebé.
La intoxicación por botulismo es grave y requiere atención médica inmediata. La toxina afecta al sistema nervioso y al control muscular y puede ser mortal si afecta al sistema respiratorio. Los síntomas del botulismo alimentario por intoxicación con ajo incluyen:
- Boca seca
- Problemas para tragar o hablar
- Visión borrosa
- Dificultad para respirar
- Parálisis
- Debilidad facial o párpados caídos
- Náuseas y vómitos
- Calambres abdominales
Los síntomas suelen desarrollarse entre 12 y 36 horas después de la ingestión. El tratamiento incluye una inyección de antitoxina. Debido a los efectos que la toxina tiene sobre el sistema nervioso y los músculos, puede ser necesaria la rehabilitación para restablecer la función.