More

    ¿Cómo saber si una manzana aún se puede comer?

    -

    Una manzana que está firme y no tiene signos de moho o agujeros de insectos debe ser segura para comer.Image Credit:whitetag/iStock/Getty Images

    ¿Has visto moho en manzanas y otras frutas en tu refrigerador o alacena? Entonces es hora de tirarlas. Como la mayoría de las frutas, las manzanas pueden echarse a perder y enfermarte.

    Consejo

    Una manzana que esté firme y no tenga signos de moho o agujeros de insectos debería ser segura para comer. Córtala por la mitad antes de consumirla y comprueba que el corazón no tenga moho.

    Muchas frutas, como las manzanas, los plátanos, las peras, las ciruelas, los melocotones y los mangos, producen etileno como parte del proceso de maduración. Este gas tiene un impacto directo en su textura, sabor, valor nutricional y otras características, según un estudio publicado en el número de abril de 2013 del Journal of Experimental Botany.

    Pero el etileno no es el único factor responsable del deterioro de la fruta. El moho, la oxidación, los hongos, la luz, el calor y la humedad también influyen.

    Por ejemplo, al cortar una manzana, las sustancias químicas de su pulpa quedan expuestas al oxígeno del aire, lo que favorece la formación de polifenoloxidasa, una enzima que hace que la fruta se vuelva marrón. Este proceso se denomina oxidación.

    Peligros del moho en las manzanas

    Los microorganismos, como los hongos y el moho, también pueden afectar a la conservación de las manzanas. Las condiciones de almacenamiento cálidas y húmedas, por ejemplo, favorecen la aparición de moho. Algunos tipos de moho pueden desarrollarse en el frigorífico, por lo que es importante limpiar la nevera con regularidad y mantener las frutas frescas o cortadas cubiertas con papel de plástico.

    Leer también  Cómo cocinar brócoli fresco en olla de cocción lenta

    El USDA advierte de que el moho puede causar problemas respiratorios y alergias. Ciertas especies producen sustancias nocivas llamadas micotoxinas. Según la Organización Mundial de la Salud, estos compuestos suelen ser responsables de enfermedades transmitidas por los alimentos, alteraciones de la función inmunitaria e incluso cáncer.

    Existen más de 300 micotoxinas, cada una de las cuales afecta a distintos alimentos, según una revisión de junio de 2017 publicada en el International Journal of Environmental Research and Public Health. La patulina, producida por la especie Penicillium expansum, suele afectar a las manzanas y su zumo, así como a otras frutas, como las peras y las uvas. Cuando se ingiere en grandes cantidades, puede provocar náuseas, úlceras, hemorragias e incluso cáncer.

    El moho tiende a crecer en las frutas y otros alimentos muy ácidos, según el USDA. En general, las frutas mohosas presentan círculos aterciopelados del tamaño de una moneda en la piel. Si observa estos signos, deseche la manzana de forma que los niños y los animales no puedan acceder a ella, por ejemplo, metiéndola en una bolsa de papel o envolviéndola en plástico, aconseja el USDA.

    Una manzana que está firme y no tiene signos de moho o agujeros de insectos debe ser segura para comer.Image Credit:whitetag/iStock/Getty Images

    ¿Has visto moho en manzanas y otras frutas en tu refrigerador o alacena? Entonces es hora de tirarlas. Como la mayoría de las frutas, las manzanas pueden echarse a perder y enfermarte.

    Consejo

    Una manzana que esté firme y no tenga signos de moho o agujeros de insectos debería ser segura para comer. Córtala por la mitad antes de consumirla y comprueba que el corazón no tenga moho.

    Leer también  ¿Es alcalino el kiwi?

    Muchas frutas, como las manzanas, los plátanos, las peras, las ciruelas, los melocotones y los mangos, producen etileno como parte del proceso de maduración. Este gas tiene un impacto directo en su textura, sabor, valor nutricional y otras características, según un estudio publicado en el número de abril de 2013 del Journal of Experimental Botany.

    Pero el etileno no es el único factor responsable del deterioro de la fruta. El moho, la oxidación, los hongos, la luz, el calor y la humedad también influyen.

    Por ejemplo, al cortar una manzana, las sustancias químicas de su pulpa quedan expuestas al oxígeno del aire, lo que favorece la formación de polifenoloxidasa, una enzima que hace que la fruta se vuelva marrón. Este proceso se denomina oxidación.

    Peligros del moho en las manzanas