Un vaso alto de zumo de piña.Crédito de la imagen:Kung_Mangkorn/iStock/Getty Images
El zumo de piña aporta a la dieta nutrientes importantes para los procesos biológicos del organismo, incluida la digestión. El peligro de tomar demasiado de cualquier alimento es que a veces puede provocar reacciones desagradables. En el caso del zumo de piña, a veces puede provocar efectos digestivos no deseados, dependiendo de las sensibilidades de quienes lo beban.
Bromelina
Una enzima digestora de proteínas llamada «bromelina», que se encuentra en el zumo de piña, descompone las proteínas en el tracto digestivo, lo que acelera la absorción de nutrientes, la creación de residuos y la eliminación, según el Centro Médico de la Universidad de Maryland. Si bebe más de unas pocas raciones de zumo de piña, la bromelina puede reaccionar más rápidamente con los alimentos de su tracto digestivo.
Azúcar
Una taza de zumo de piña aporta 25 gramos de azúcares simples, una cantidad significativa. El zumo de piña elimina la fibra, un nutriente que normalmente ralentiza la entrada de azúcar en el torrente sanguíneo. Si el azúcar se asimila rápidamente, puede hacer que su nivel de azúcar en sangre aumente de forma poco saludable y que el estómago y los intestinos se irriten. Si tiene un estómago sensible, limite la ingesta de zumo de piña para evitar molestias gástricas.
Agua
La composición del zumo de piña contiene principalmente agua, además de los nutrientes que aporta. El agua estimula los movimientos intestinales porque hidrata el colon y evita el estreñimiento. Beber zumo, agua y otros líquidos es importante para mantener el equilibrio hídrico del colon propicio para una eliminación frecuente y saludable.
Puntos a tener en cuenta
Aparte de las posibles molestias digestivas, hay otros puntos a tener en cuenta al tomar zumo de piña. Beber zumo en lugar de consumir la fruta entera aumenta el riesgo de desarrollar diabetes, según un informe de la Universidad de Harvard publicado en la «Gaceta de Harvard». Esta información confirma un estudio de 2008 publicado en el número de julio de 2008 de «Diabetes Care», que afirma que el riesgo puede ser especialmente mayor en las mujeres. La fruta entera, como la piña, contiene fibra, lo que hace que pase más lentamente por el tracto digestivo que el zumo. Una digestión más lenta significa un ritmo más lento de absorción del azúcar.