Tanto el psilio como la metilcelulosa le ayudan a mantenerse regular.Image Credit:Wavebreakmedia Ltd/Wavebreak Media/Getty Images
Una dieta rica en fibra puede contribuir a su salud y a su sensación general de bienestar. Los productos de fibra soluble como el psilio y la metilcelulosa no sólo le ayudan a mantenerse regular, sino que reducen su colesterol, alivian la subida de azúcar en sangre que experimentan los diabéticos después de las comidas, disminuyen el riesgo de cáncer colorrectal y de mama, tratan el síndrome del intestino irritable y le ayudan a perder peso. Aunque su función es similar, hay casos en los que un tipo de fibra puede ser más apropiado que otro. Pida a su médico que le ayude a elegir el producto de fibra alimentaria más adecuado para su estado de salud.
Fuentes
Tanto la fibra de psilio como la metilcelulosa proceden de fuentes naturales. La fibra de psilio se produce a partir de las cáscaras de la planta Plantago ovata o «psilio rubio». Cuando las cáscaras o semillas se añaden al agua, absorben y atrapan el agua y se forma una sustancia gelatinosa a su alrededor. Las cáscaras de psilio utilizadas en los productos comerciales se secan y se pican o pulverizan.
La metilcelulosa se fabrica tratando químicamente la celulosa vegetal natural. La molécula de metilcelulosa no se encuentra de forma natural en ningún tejido vegetal o animal. La metilcelulosa es un polímero: una cadena de moléculas idénticas unidas entre sí. Cuando se añade metilcelulosa al agua, las cadenas se unen a otras y forman una matriz de gel que absorbe y retiene el agua.
Sabor
Es más fácil tomar un suplemento de fibra todos los días si sabe bien. Una marca popular de metilcelulosa en polvo tiene sabor a naranja. La metilcelulosa se disuelve libremente en agua o zumo. La metilcelulosa también se vende en forma de pastillas.
La fibra de psilio no se disuelve realmente en agua, sino que forma un gel. También puede mezclar polvo de psilio con su zumo favorito para mejorar su sabor. El psilio está disponible en forma de cápsulas, molido grueso con partes fibrosas de cáscara de psilio incluidas, obleas, polvos aromatizados y sin aromatizar. Cada dosis de psilio o metilcelulosa debe seguirse con 8 oz. de agua para evitar que la fibra se congele en el esófago y provoque asfixia.
Estreñimiento
El psilio y la metilcelulosa se utilizan para tratar el estreñimiento. Ambas absorben agua y aumentan de volumen a medida que pasan por el intestino. El aumento resultante de la materia fecal total estimula los músculos del intestino y expulsa los desechos más rápidamente. Tanto el psilio como la metilcelulosa ablandan las heces, aumentan su tamaño y peso e incrementan la frecuencia de la defecación.
Efectos secundarios abdominales
La fibra de psilio es parcialmente digerida o fermentada por las bacterias del intestino. Esto puede formar gases y provocar hinchazón, calambres abdominales y aumento de la flatulencia. Como derivado de la fibra de celulosa, la metilcelulosa no se fermenta en el intestino grueso humano. Esto debería convertir a la metilcelulosa en una fuente alternativa de fibra si no tolera el psilio. Sin embargo, los investigadores de un estudio de 1996 publicado en los «Anales de Medicina Interna» descubrieron que el psilio no provocaba más gases ni molestias abdominales que la metilcelulosa.